Lola es ya adulta, se siente segura, confiada y satisfecha porque mira atrás y se le dibuja una sonrisa en la cara. Le vienen recuerdos de buenos momentos, de experiencias intensas y bonitas que ha vivido, se acuerda de los retos que ha superado, los miedos que entonces sentía y que ahora ya no tenían importancia.
Ha logrado también éxitos profesionales y sigue sintiendo esa inquietud que no le deja para, que hace que siempre quiera aprender, evolucionar, seguir creciendo y poder compartirlo con los demás.
Cuando piensa en el futuro una sensación extraña le presiona el estómago, se angustia porque no identificaba qué es lo que le asusta.
Hoy, se ha levantado como todas las mañanas, está frente al espejo, no puede creer lo que ve, en lugar de su reflejo se está viendo a sí misma en una de sus actuaciones. Se frota los ojos pensando que todo es parte de un sueño, pero la imagen sigue ahí. Está viendo cómo se mueven sus piernas, sus brazos, todo su cuerpo siguiendo ese ritmo que le hace vibrar, un sentimiento de alegría, de serenidad llena todo su ser.
Va acercando la mano a la imagen, no quiere dejar de sentir esa emoción y cuando está acariciándola parece que le absorben. De repente... está al otro lado del espejo. No sabe qué ha pasado, empieza a caminar, a correr, está impresionada y busca una salida.
Iba tan rápido que no sabe cómo ha llegado donde se encuentra, pero reconoce el escenario. Es el día de su primera actuación, se siente nerviosa, le sudan las manos, tiene miedo a la puesta en escena, ya que lleva trabajando mucho tiempo en esto y el día ha llegado.
Desde el escenario, puede ver a su familia y a sus amigos que le aplauden, reconocen su arte y se estremecen con la expresión y sentimiento de todo su cuerpo.
En este día no podía imaginar todo lo que le estaba por llegar, viajes, trabajo, emociones, amores y mucha, mucha gente a la que haría feliz con su dedicación en todos los lugares donde actuaría.
Cada vez que cambiaba de ciudad, un miedo se apoderaba de Lola, miedo por si no gustaba su función, miedo a no adaptarse a las circunstancias que acompañan los nuevos terrenos. Después de un tiempo, estaba asentada y se convencía de que amando su trabajo como lo amaba podría desempeñarlo en cualquier parte del mundo que le hiciera feliz.
Dentro del espejo, sigue caminando, llega a un parque que le cuesta reconocer, se ve a ella de pequeña jugando con otras niñas. Está disfrutando de ese espacio que siempre le dio seguridad. Va debajo de un viejo árbol, grande y parece que un poco olvidado, éste era su sitio preferido donde se refugiaba cuando necesitaba respuestas, donde soñaba cómo sería su futuro, donde conocería el amor. También había sido el sitio secreto de muchas travesuras infantiles y de muchas confidencias a sus amigos y amigas.
Ahora le invade una sensación de libertad extraña, que nunca antes había sentido, algo que le dice que es el momento de ir hacia el espejo, de nuevo. Esta vez prefiere hacerlo de forma relajada, dando un paseo, despacio, recreándose en esos momentos de su vida que le han marcado y enseñado una lección importante.
Pudo permanecer unos minutos en aquel día que tantas risas compartió con sus amigos y amigas, ese día en el que no fue consciente del tiempo que pasó, sólo disfrutaba.
Sigue andando, se encuentra junto a su profesor diciéndole aquella frase que tanto le ayudó, de la que hizo su lema y que aún hoy apuesta por seguirla "lo más bonito de la vida, es que nunca sabes lo que va a pasar por ella, por lo que es mejor vivir poniendo pasión y divirtiéndose con todo aquello que se hace".
Un poco más adelante, se encuentra abrazada a su madre un poco triste por la despedida y tranquila por la seguridad que le da al marchar.
Ya muy cerca del espejo de su habitación, ve a su compañero más fiel, a su amigo y amante, ese gran apoyo que siempre está ahí, animándola y confiando en todas sus capacidades. Le extiende la mano, Lola se va acercando a él mientras se mezclan miles de sentimientos, le recorre un escalofrío y le vienen a la cabeza imágenes de cuándo y cómo se conocieron, de su primer beso, de tantas experiencias compartidas.
Están abrazados sintiendo la magia de este momento, les rodea un haz de luz, hay una esencia de paz, de fuerza para dar un paso más, esta vez juntos y encontrarse de nuevo en su hogar, frente al espejo, preparados para seguir caminando.
FIN
Todas las respuestas están en ti, recuerda lo poderosa que eres. Espero que seas muy feliz.
Por Lorena Delgado
lorenadelgadocreaturealidad.blogspot.com

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