El alumno viene a ver al maestro. Trae un deseo determinado. Quiere algo. Dice que lo quiere con toda el alma, con todo su ser. Sueña de día y de noche con tenerlo. Sufre mucho por esa situación y pide ayuda.
- ¿Qué debo hacer? - pregunta.
- ¿Qué debo hacer? - pregunta.
El maestro le propone una secuencia de conductas: la regla del oso idiota.
¿Por dónde se empieza?
En primer lugar, la O del oso señala: ¿Usted quiere algo? ¡Obténgalo! Obtenga lo que quiere. ¡Vaya a por ello! ¿Qué es lo que busca? "El amor se esta mujer.... Esta casa.... Ese trabajo... Vaya y obténgalo, haga todo lo que pueda para obtenerlo; juéguese la vida, corra un riesgo, comprométase con su deseo.
El alumno guarda silencio y luego dice que es imposible. Que lo ha intentado todo pero no pudo, nadie podría. Es imposible obtener lo que él quiere.
El maestro le cree, porque a veces eso es muy cierto.
-¿Qué dice la regla? - pregunta el alumno - ¿Cómo sigue?. El maestro explica: La regla del Oso dice que después de la O viene la S. ¿No puede obtener lo que quiere? Ha hecho todo lo que se podía hacer y fue imposible. La S indica: si no puede Obtenerlo, ¡Sustitúyalo! Cambie lo que quería por otra cosa; "Esta mujer no me quiere...", ¡Que lo quiera otra mujer! "Esa otra tampoco me quiere..." ¡Búsquese una tercera!, ¡encuentre un marinero!,¡ cómprese un perro!
-¡Ah...no!- dice el alumno. Lo que yo quiero no se puede sustituir. Porque como esta mujer no hay...
porque como esa casa.... ¿Qué puedo hacer maestro? ¿Qué nos dice la regla en tercera instancia?
El maestro dice O, S y otra vez O... ¡Olvídelo! ¿No puede obtener lo que quiere? Que pena. ¿No lo puede sustituir? Qué mal. Ahora, olvídelo
-Ah, no...- dice el alumno. Eso no puedo hacerlo, no quiero hacerlo. Es imposible...
¿Cómo "imposible"? Obtener no ... Sustituir no... ¡Olvídelo!
-No, maestro. Jamás podría olvidarlo
Ahhh....
El maestro piensa. No lo puede Obtener. No consigue sustituirlo. Y no quiere olvidarlo... No hace falta decirle nada más. El maestro ya sabe, gracias a la regla, que su alumno, ¡es un idiota!
No por lo que verdaderamente no puedo olvidar, sino por lo que traigo voluntariamente a mi recuerdo, como símbolo de mi frustración y justificación de mi anclaje a la desdicha. no lo que no se puede reemplazar, sino aquello a lo que permanezco pegado para regodearme en la postura de víctima que me permite no correr el riesgo que significa volver a intentarlo.
"Cuando esté en un callejón sin salida... Salga por donde entró" (Landrú - humorista argentino)
Fragmento del libro de Jorge Bucay "Las 3 preguntas" (pp170 - 174)

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