Despertar a la conciencia

Sentir, pensar que pierdo el tiempo; no es más que otra de las trampas de mi mente, para relegarme a la "realidad" de mis pensamientos donde todo es mejor que, peor que, como debería o no..., cuando mi realidad es mucho más amplia y sencilla que todo el batiburrillo mental que se agolpa en esa pequeña circunferencia imperfecta.



La sencillez y claridad de admirar las cosas pequeñas. Disfrutar de un buen desayuno, un paseo matutino, de las llamadas de trabajo, los quehaceres, los retrasos...
Si tan sólo prestamos atención al momento presente, la vida adquiere mil tonalidades diferentes.

Bienvenid@


La vida siempre es la misma, "el truco" consiste en cambiar la mirada, la perspectiva. esto no sucede con esfuerzo, aunque puede que en el camino derramemos una lágrima o dos y sintamos el apremio de tirar la toalla.

¿Qué hay al otro lado?

NADA. 

Nada diferente, si ya venimos haciendo cosas coherentes con nuestra vida y si no lo estamos haciendo, aunque haya cambios observables, dentro nuestro tampoco cambia nada, puesto que ahora estamos en el camino de ser conscientes de nosotr@s mism@s; algo que cuando te acercas, o, por breves momentos, lo alcanzas, no puedes dejar de perseguir.


No hagas nada diferente. No cambies nada por mucho que tu valoración sea positiva o negativa. ¡Espera!
Deja pasar tus pensamientos (por terribles y dolorosos, o placenteros y motivadores que sean), sin aferrarte. Observando que existe algo más allá de esa película. Experimentando emociones, sensaciones sin la necesidad de entenderlas.

Espera hasta que la acción sea un impulso natural de tu cuerpo. ¿Cómo lo sabrás?
Habrás pasado por miedos, dudas, expectativas, emociones varias y pensamientos infinitos, valorando cada pequeña consecuencia o alternativa. Todo esto tiene que ocurrir, es parte del proceso, pero que no te engañe (la mente), no es la Toma de Decisión.
La decisión aparece cuando menos te lo esperas, en el momento adecuado.
Y no "sabes" qué o cuándo será ese momento, tan sólo sientes el impulso.

Cuando el impulso se desvanece, puede aparecer (tras un breve espacio para la alegría, calma, satisfacción, paz...) el aburrimiento y con él, el miedo otra vez...

La vida es cíclica y como seres integrantes de la vida, también somos cíclic@s, así que vuelve a comenzar la rueda.

¡Anímate y pruébalo!, total, ya estás girando en tu propia rueda mental, ¿no es cierto?

JA PSICOLOGIA