Wilhelm Reich, considerado el padre de la Psicologia corporal, decía que " El ser humano es más que la palabra, que el símbolo o la imagen, es todo ello sustentado en el cuerpo, la postura y el movimiento".
Hoy en día existen multitud de recursos y de terapias donde el cuerpo juega un papel fundamental y que pueden ser de mucha utilidad para ayudarnos a una mejor comprensión de nosotr@s mism@s. La reflexión de hoy no deja de ser una pequeña pincelada, orientada hacia la aceptación personal y la atención plena.
Lo primero que tenemos que interiorizar y aceptar de una vez por todas es que somos una sola unidad. A pesar de la mucha falta de información que tenemos sobre el cerebro (es cierto que la ciencia está en continuo avance en este área, aún así siguen existiendo muchos interrogantes), hemos de descartar la idea original de que la mente es algo "separado" del cuerpo.
El cuerpo puede hablar de muchísimas maneras, muchas de las cuales, son de sobras conocidas y aceptadas. (tod@s sabemos cuándo tenemos hambre, o ganas de ir al baño, o ganas de mantener relaciones íntimas). Tod@s son ejemplos de necesidades básicas, que tenemos altamente interiorizadas y que normalmente (y en la medida de lo posible) tendemos a satisfacer a corto plazo.
Pero hay otras muchas sensaciones corporales, que no logramos "etiquetar" o saber de dónde vienen o por qué, que nos pasan inadvertidas, ya que todo lo tenemos que "ver, y sentir" a través de la mente y mientras estamos en esa nube, nuestro cuerpo se puede, por ejemplo, ir tensando, o se puede deteriorar hasta el punto de caer enfermo.
Por lo tanto, nuestra labor tanto desde el punto de vista personal como profesional es atender a los mensajes que el cuerpo nos envía, atender a las sensaciones corporales, ya que en este nivel recibimos un montón de información, que acostumbrad@s a vivir deprisa, con el piloto automático puesto (esto es, dirigiendo la mente, no YO), se nos puede pasar por alto. No nos han enseñado a prestar atención al cuerpo, a preguntarnos ¿qué nos está ocurriendo? o ¿cómo nos está afectando tal o cual asunto?
Os propongo una sencilla actividad:
Escoge un momento en tu día, dónde puedas dedicarte unos 10 minutos a tí en exclusiva.
Visualiza tu cuerpo, desde el interior, los órganos,los huesos, artículaciones, la piel. Observa, si existen puntos de tensión o dolor, simplemente obsérvalos. Ahora, pasa a identficar tu estado emocional y por último, a ser consciente de la tarea que estás realizando.
JA PSICOLOGIA
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