miércoles, 24 de julio de 2013

NO NECESITO QUE CAMBIES


Aquella pareja discutía a menudo por las continuas obsesiones de ella. Su marido intentaba que ella se diera cuenta de la inutilidad de darle tantas vueltas a las cosas, pero, a pesar de todo, la mujer no podía evitar seguir haciéndolo.

- Tienes que dejar de obsesionarte con todo, porque te cargas tú y me vargas a mi - le decía su marido.


- No comprendes cómo me siento y siempre me andas diciendo cómo tendría que estar - le replicaba su mujer.

El marido quería que ella hiciera algo por mejorar, pero cuanto más pretendía que ella cambiara, más nervioso se ponía él, así que decidió cambiar de actitud.
Un día su mujer se puso a hablar repetitivamente de lago que la preocupaba. Él le atendía en silencio a lo que decía sin decirle nada. Al cabo de un rato, la mujer, extrañada, le preguntó:

- ¿Por qué ahora no me dices lo que tengo que hacer, como otras veces?

- Porque prefiero que te sientas escuchada por mi. Te quiero como eres y ya no necesito que cambies - le contestó el marido.

La mujer comenzó a sentirse más relajada al lado de su pareja. No sentía la obligación de tener que cambiar para agradar a su marido y empezó a ser más consciente de cómo se sentía cuando algo la preocupaba.  Resonaban en su corazón las palabras que le había dicho su marido: "Te quiero...no necesito que cambies" Comenzó a tranquilizarse mientas hablaba... y entonces, casi sin darse cuenta, cambió.

Los cambios deben darse sin presiones ni exigencias. El verdadero cambio surge de un@mism@ cuando la persona se siente comprendida como es





Autora: Belén Casado

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