lunes, 15 de julio de 2013

Vivir de otra manera

El sentido de la meditación es transformar la vida. Se puede practicar desde media hora diaria a dos horas o más, pero aún quedan muchas horas para vivir. El resto del día continua la práctica informal, pues en muchas situaciones cotidianas se puede mantener la calma y la actitud de conciencia meditativa.


La meditación continua de pie
Los principios de la postura sentada, es decir, la alineación, la relajación y la elasticidad, nos pueden guiar y acompañar a la hora de reintegrarnos en las actividades diarias e interaccionar con la familia, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.

Más lento
Uno de los beneficios más destacados de la actitud meditativa sostenida es que el ritmo de la vida se hace más lento, mucho más lento. De alguna manera, se recupera la experiencia del tiempo que se tenía en la infancia. Volvemos a prestar atención a los acontecimientos básicos de la vida que nos habíamos acostumbrado a obviar. Al eliminar la tensión corporal y los patrones mentales, se incrementa la capacidad de la conciencia para observar lo que ocurre en nuestro interior y a nuestro alrededor.

En cualquier situación
Al ir en bicicleta, sentarse frente a un ordenador, charlar con los amigos, cuidar las plantas, hacer la comida o jugar con  niños, se puede explorar la postura de meditación. Es decir, se puede introducir alineación, relajación y elasticidad en cualquier momento y circunstancia. No es un entretenimiento solipsista, sino la manera más eficaz de favorecer las emociones y los comportamientos positivos y eficientes.

Una tarea individual
No existen modelos a seguir. Cada cuerpo es distinto y debe encontrar su manera de asimilar las experiencias, los sentimientos y los estados de la conciencia.

Otras prácticas

Los beneficios de la meditación en postura sentada se pueden multiplicar gracias a otras disciplinas. Las técnicas psicofísicas como el yoga, el taichí o el chi kung persiguen los mismo objetivos y , de hecho, son prácticas de meditación. El rolfing, la osteopatía y los métodos Pilates, Alexander y Feldenkrais pueden servir para incrementar la conciencia del cuerpo desde diferentes perspectivas complementarias.


Fuente: Revista Integral nº 376

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