La meditación continua de pie
Los principios de la postura sentada, es decir, la
alineación, la relajación y la elasticidad, nos pueden guiar y acompañar a la hora
de reintegrarnos en las actividades diarias e interaccionar con la familia,
amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Más lento
Uno de los beneficios más destacados de la actitud
meditativa sostenida es que el ritmo de la vida se hace más lento, mucho más
lento. De alguna manera, se recupera la experiencia del tiempo que se tenía en
la infancia. Volvemos a prestar atención a los acontecimientos básicos de la
vida que nos habíamos acostumbrado a obviar. Al eliminar la tensión corporal y
los patrones mentales, se incrementa la capacidad de la conciencia para
observar lo que ocurre en nuestro interior y a nuestro alrededor.
En cualquier situación
Al ir en bicicleta, sentarse frente a un ordenador, charlar
con los amigos, cuidar las plantas, hacer la comida o jugar con niños, se puede explorar la postura de
meditación. Es decir, se puede introducir alineación, relajación y elasticidad
en cualquier momento y circunstancia. No es un entretenimiento solipsista, sino
la manera más eficaz de favorecer las emociones y los comportamientos positivos
y eficientes.
Una tarea individual
No existen modelos a seguir. Cada cuerpo es distinto y debe
encontrar su manera de asimilar las experiencias, los sentimientos y los
estados de la conciencia.
Otras prácticas
Los beneficios de la meditación en postura sentada se pueden
multiplicar gracias a otras disciplinas. Las técnicas psicofísicas como el
yoga, el taichí o el chi kung persiguen los mismo objetivos y , de hecho, son
prácticas de meditación. El rolfing, la osteopatía y los métodos Pilates,
Alexander y Feldenkrais pueden servir para incrementar la conciencia del cuerpo
desde diferentes perspectivas complementarias.
Fuente: Revista Integral nº 376
No hay comentarios:
Publicar un comentario