Algun@s lo hacen en forma de llamada de atención.
Otr@s queremos que se nos reconozca por lo que hemos hecho
Otr@s por lo que son
Y cuando nosotras personas ávidas de esa atención, no la recibimos en la manera en la que consideramos justa y adecuada para nosotras, empieza el caos.
Y tras haber pasado por ese caos, llega la calma y desde este punto me planteo que no puedo esperar (quedarme sentada en un banco mirando el reloj) el reconocimiento ajeno de una persona por algo que yo haya hecho. Si llega me gustara, obviamente y si no llega, seguir adelante y aprender. El reconocimiento que los demás puedan hacer de mi, no debería ser una variable para que haga o deje de hacer las cosas en la manera en la que las hago (cuando me emocionan).
Esta es otra de las trampas de nuestra mente
¿Qué estás dispuesto a hacer para que te reconozcan?
JA psicologia
No hay comentarios:
Publicar un comentario